La Guerra de Ucrania lleva meses marcando profundamente a los mercados de cereales en todo el mundo. Ahora, ante el inicio de las campañas de siembra en muchas zonas de España, los productores apuran tiempos para evitar altos costes.

El precio de los combustibles, las semillas o el abono están marcando esta nueva campaña pero, aparte de estos dos detalles, la nueva PAC está afectando a los tiempos de siembra, ya que su implementación en 2023 deja muy poco tiempo de maniobra a los productores para hacer las planificaciones.

La cosecha española nunca ha sido suficiente por sí misma para satisfacer toda la demanda. Es por ello que se importa mucho grano de fuera y, con los precios altos, afecta directamente a los beneficios que puedan tener los agricultores.

En otros casos, la crisis energética derivada de la guerra también está afectando a los tiempos de siembra de algunos terrenos, especialmente los de regadío, ya que prefieren hacerlo ahora y evitar pagar más en electricidad que no esperar al tiempo en el que normalmente se ponen en marcha estos cultivos.

La sequía tampoco ha ayudado a preparar bien la tierra en algunas zonas y el sistema de rotación y las ayudas al 100% de la PAC son las vías que se presentan en el horizonte de los agricultores para salvar las campañas del próximo año.

Con la cosecha se verá cómo han funcionado todas las estrategias y herramientas puestas en marcha en estos días, pero la incertidumbre en el sector está ya instalada.

María José Izquierdo nos ofrece los mejores y más interesantes reportajes «En Profundidad» sobre la actualidad de nuestra región.

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